De este gran país nos llamó la atención la concienciación que existe acerca de los recursos naturales y su uso. Los ciudadanos toman cuidado de su entorno, tienen un cimentado hábito por el reciclaje y protegen sus árboles.
Viajamos a Berlín donde pudimos transitar por parte del recorrido del antiguo muro, visitar sus espléndidos museos y tomar una foto con la emblemática Puerta de Branderburgo como marco. No faltó una visita al antiguo barrio judío y a la cercana ciudad de Postdam.
En Hamburgo disfrutamos de la compañía de unos amigos que pertenecen a la asociación vecinal del Barrio de Ottensen, que defiende intereses similares a los de nuestro Barrio del Cabañal y por ello comparten un hermanamiento.
Lubek, Colonia y Frankfurt nos ofrecieron lo mejor de su paisaje citadino. En Boppard, pequeña ciudad enclavada en el romántico valle de Loray, embarcamos para disfrutar de un pequeño paseo fluvial por el Rin.
Volvimos, como siempre, con las maletas repletas de ilusión, aprendizaje y ánimos renovados.