Una nueva vuelta de tuerca en los centros neurálgicos del estado social. El nuevo coronavirus parece erigirse en la justificación oportuna de los que ya lo tenían sentenciado para dirigir el penúltimo ataque y eventual derribo del sistema público.
Una nueva vuelta de tuerca en los centros neurálgicos del estado social. El nuevo coronavirus parece erigirse en la justificación oportuna de los que ya lo tenían sentenciado para dirigir el penúltimo ataque y eventual derribo del sistema público.