Si uno se acerca cualquier mañana a tomar café en el bar de Can Batlló —la antigua fábrica textil del barrio de La Bordeta de Barcelona reconvertida por los propios vecinos en un macrocentro social autogestionado —, tiene muchas posibilidades de encontrarse a filósofos, arquitectos y contables enfrascados en la limpieza cotidiana del loca…