En los últimos meses muchos refugiados han quedado en el camino, en las aguas del Mediterráneo, llenas de zapatos de niños flotando, de cuerpos no identificados, de dolores lejanos por llamadas que nunca vendrán
Hace unos meses volvía a Galicia el cuerpo de una refugiada galega. Su hijo, Manuel, residente en Mexico, como ella después de…