El discurso ultra que ha penetrado con fuerza en la sociedad también ha permeado en los institutos, y varios docentes relatan cómo postulados franquistas, antifeministas y homófobos, que empezaron “siendo residuales”, se han ido extendiendo
Supongo que tiene más suerte que yo la gente que puede ver la serie de Fito y pensar “yo estuve ahí” y sentirse reconfortada con la idea de que la vivieron cuando lo más probable es que no la hayan vivido
Según un estudio realizado por un portal online de obsequios varios, los españoles gastaremos de media 78 euros por cabeza para demostrar a nuestras madres que las queremos este día. Ojalá fuera tan sencillo querer como comprar cosas.
En las ambulancias que trasladan heridos a los hospitales de campaña, en las furgonetas en los que viajan al frente o en los trenes en los que vuelven a sus hogares para unos días de descanso, los soldados destinados al frente de Bajmut no hablan de victorias militares ni de estrategias bélicas. Lo que piden todos es dejar de ver morir a compañeros y que se acabe, como sea, esta guerra.
Ana Obregón sobrepasa de nuevo los límites bioéticos y aunque insiste en que “todo” lo que ha hecho es legal, existen dudas porque registrar a la nieta como su hija es contrario a la legalidad española
La memoria palestina hierve en Deir Yassin. Este topónimo, utilizado durante meses en 1948 para provocar el terror entre la población palestina, no solo fue silenciado, sino que fue borrado del mapa.
La concejala de Ponferrada Lorena González Guerrero se había propuesto que Nevenka Fernández tuviera un monumento en su ciudad y lo ha conseguido
El trabajo de Shigueru Ban ha sido destacado con el Princesa de Asturias de la Concordia 2022, su galardón más reciente en una lista de distinciones que premian sus esfuerzos por crear una arquitectura de emergencias totalmente nueva. Como concluía el jurado del Premio Priztker, Ban no solo crea edificios excepcionales: también aporta elementos esenciales para la vida en el planeta.
‘Un botiquín para mi ciudad’, con la proyección de un futuro más sostenible, promete mejorar la convivencia entre habitantes (y la propia vida urbana).
En la sociedad digital, el valor más cotizado es el tiempo: lo que importa es lograr que cada persona se pare y preste atención al mensaje. Para las empresas, en concreto para la publicidad, esto resulta cada vez más complicado. La ciudadanía vive rodeada de estímulos, atrapada por una sucesión de pantallas que la requiere y la bombardea con toda clase de información. Ahora, más que nunca, es verdad lo que dice el refrán: el tiempo es oro.