MUJERES GRANDES

Soñadoras, aventureras, atrevidas, ilusas, inocentes y culpables.

Comedoras a bocanadas de principios ineludibles, de una acción que nos envuelve sin límites morales, sólo mandamientos mundanos de unas reglas acordes al orden social omnipresente.

Son ellas, las que se hicieron salvajes sin dominio, nostálgicas de un tiempo que nos hizo como somos.

Mujeres sabias, coronadas a la vida como vino, prensadas y tintadas de años, ahogadas en la añoranza de una jaula que se marchita en la repisa de un matrimonio.

Soltando lastres cuando el cariño amarillea por falta de aire, acomplejadas por los abrazos desgastados, con las pinturas de guerra que expresan apariencias.

Y, cuando los hijos dejaron de mamar porque se fueron a la guerra, …

MARCÓ LA HORA DE COMENZAR DE NUEVO.

Ana Noguera