El pasado viernes 19 de septiembre se hacía pública la declaración de la chica violada en la Feria de Málaga. En dicha declaración, esta chica reconocía haber interpuesto una denuncia falsa por miedo a que se difundiese y se hiciese público el vídeo que los cinco jóvenes grabaron mientras mantenían relaciones sexuales “consentidas”. Parece que la declaración se produjo tras un acuerdo entre la defensa de la joven y la fiscalía, que pedía 1 año y 3 meses de cárcel para la chica. <<Lo más seguro es que la joven se autoinculpe y los hombres renuncien a cualquier indemnización>> eran las declaraciones que se recogían ese mismo día el digital La Opinión de Málaga.
Desde el primer momento en que se hizo pública la noticia decenas de mensajes aparecieron en las redes sociales. La gran mayoría de los mensajes exigían <<mano dura>> con la joven, a la vez que disculpaban a los jóvenes. El triple insulto <<Puta, hija de puta y zorra>> era habitual en cada comentario en los diarios digitales y entre los tweets. Es curioso que, quienes pedían cautela cuando la chica se atrevió a denunciar allá por finales de agosto, el pasado viernes ejercían juicios categóricos y redundantes. Quienes a finales de agosto dudaban de su palabra, el viernes la creían a ciencia cierta. Sin ni siquiera plantearse la presión social, institucional y judicial que haya podido pasar esta chica. Lo cierto es que una violación múltiple en Málaga no interesaba políticamente. La declaración fue un chantaje, fue un<<Autoincúlpate o comes cárcel y hacemos público el vídeo>>. Un vídeo de apenas 1 minuto y 25 segundos que la propia jueza consideró una prueba parcial y que no demostraba que las relaciones fueran consentidas. Más allá de eso, una foto y la declaración de testigos de que la joven estuvo bailando con ellos cerraba el caso.
No tardaron horas en salir varios artículos de opinión, post y tweets. Cientos de tweets que pareciesen que estaban esperando el momento para ir a degüello a por la joven y a por toda persona que la había mandado apoyo. Muchos de los mensajes hablaban de cómo reparar la Condena Mediática que habían sufrido los cinco jóvenes. Los mismos que salieron del juzgado entre aplausos y que tuvieron espacio en todas las televisiones para explicar su versión de los hechos, algo que la chica de Málaga no tuvo.
Se hizo especial hincapié en la denuncia falsa, pese a que de ser falsa la denuncia, éstas representan el 0’0038% de todas las denuncias interpuestas por violación según datos del Consejo General del Poder Judicial. La red sentenció, ella era una puta y ellos unos pobres chavales a los que se la habían jugado. Ese día muchos fueron Sostres, muchos León de la Riva, llegando a justificar las palabras que tuvo el Alcalde de Valladolid. Lo que subyace bajo tanto mensaje de odio, es la oportunidad de sacar la cabeza por si algún día éstos se encuentran en la misma situación, en un aire irrefrenable de incontinencia sexual promovida por la Cultura de la Violación. Entre los mensajes que inundaban las redes sociales había algunos post, a los que no enlazaré para no darlos a conocer, que incluían fotos de la joven y una lista de todas sus redes sociales. Nada de que preocuparse, pues muchos de los usuarios que lanzaban aquellos tweets contra la chica estaban en contra del linchamiento público que habían sufrido los cinco jóvenes. Quizá del linchamiento hacia la joven, no tanto…
El 15 de septiembre, cuatro días antes, El Mundo publicaba una información en la que una joven de 17 años se había suicidado tras denunciar a su violador.
Hoy he vuelto a realizar la misma búsqueda que hice para el caso de Málaga. Sin embargo, no hay indignación en las redes, no hay apenas post sobre este caso. Y es que esta muerte no interesa. Ni a medios, ni a políticos y parece que tampoco a la ciudadanía, ni tan siquiera a la más crítica. Solo hay silencio. Silencio cobarde. El “presunto” violador ha salido en libertad, tras declarar que las relaciones eran consentidas. Pero no hay apenas rabia, no hay indignación. La violación es lo habitual, teniendo una estadística de 4 violaciones al día. Esto no importa. No hay espacio televisivos para visibilizar la violación. No hay artículos en prensa, en donde se publica antes una violación en la India -que sigue siendo igual de repugnante-, que una ocurrida en Madrid, a apenas 10 kilómetros de las redacciones. Se empatiza siempre con el violador y se intenta criminalizar a la victima, algo que no ocurre en otro tipo de delitos.
Machismo, Sociedad Patriarcal y Cultura de la Violación… ¿dónde? ¡Exageras!. La violación se silencia, se calla. Y hay veces, que los silencios, matan.
Artículo publicado en Álvaropielago.wordpress.com el 22-09-2014