Cuando en 1970 arrancó el ecologismo político, es probable que pocos imaginasen su influyente futuro. Hoy, se ha asentado como una pieza más de los programas y los debates políticos, una cuestión clave para el futuro de las sociedades. Y, sin embargo, se ha convertido también en un elemento polarizante. Frente a estos choques de ideas, el mañana exige una ilustración ecológica.

Escalada de guerras infinitas, catástrofes medioambientales, niveles sin precedentes de desigualdad social y regímenes autoritarios inderrumbables. Estas son algunas de las consecuencias que el lingüista, politólogo y activista estadounidense Noam Chomsky asocia al sistema económico predominante en la actualidad, sobre el que reflexiona en ‘Las consecuencias del capitalismo’ (Bellaterra Edicions).

Si el capitalismo es una sindemia, va a seguir produciendo virus y pandemias. Ese es el futuro y no es halagüeño. La política y la ciencia deberían estar luchando para liberar a la humanidad y a ellas mismas del capitalismo. Eso sí sería bueno para todos

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