El BCE tomó medidas para reducir su brecha de género pero las mujeres siguen presentándose menos para optar a los mandos intermedios. No se trata de que las mujeres nos ‘masculinicemos’ para alcanzar el poder ni de que entremos sin más en las estructuras para que éstas puedan presumir de que ya son paritarias sino de que repensemos y transformemos las propias estructuras.Si llegar a determinadas posiciones implica trabajos absorbentes que impiden cuidar y autocuidarse la pregunta no sería tanto por qué las mujeres se autoexcluyen sino cómo es posible que los hombres lo acepten sin rechistar y no reclamen otra cosa

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