La medida que tratan de sacar adelante Mañueco y su vicepresidente, y que la presidenta Ayuso ha corrido a avalar, es un acto de presión a las mujeres, un delito puesto que se salta todas las normas existentes, y una falta de respeto.
A partir de la semana 22 de gestación son los comités clínicos de las comunidades quienes autorizan o deniegan los abortos. La desinformación y la disparidad de criterios sobre las enfermedades del feto y sus consecuencias hacen que muchas mujeres acaben yendo a Bruselas a abortar