Cuando son los tuyos los que pervierten el sueño de una existencia legítima, la soledad íntima es extrema y el corazón se ve obligado a latir no ya en la lejanía, sino en el vacío.
Cuando son los tuyos los que pervierten el sueño de una existencia legítima, la soledad íntima es extrema y el corazón se ve obligado a latir no ya en la lejanía, sino en el vacío.