No quiero estropearles la pre-euforia pospandémica pero hay síntomas de que nos dirigimos a un mundo peor, o dicho de manera más directa: a un mundo de mierda.
No quiero estropearles la pre-euforia pospandémica pero hay síntomas de que nos dirigimos a un mundo peor, o dicho de manera más directa: a un mundo de mierda.