Que las mujeres pudiéramos experimentar la envidia del pene -o de todo lo que éste suponía en términos de poder social- es algo conocido y comprensible, dadas las ventajas y prerrogativas de que han gozado los hombres.
A veces parece que nos cuesta entender la apuesta radical que hacen algunas compañeras por cuidar. Helena llevaba poco tiempo con su novia cuando a ésta le detectaron cáncer. Nos acercan a su vulnerabilidad y a sus miedos en este texto.