Pablo Bustinduy (Madrid, 1983) vive en una ciudad fantasma que solía ser el centro del mundo. Azotada por el covid-19 y con un toque de queda que comienza a las ocho de la tarde, Nueva York vive días que no se recuerdan desde 1945, último año de la II Guerra Mundial.El asesinato de George Floyd el 25 de mayo en Minnesota a manos de cuatro agentes de policía ha desatado una ola de indignación y rabia en un país que nunca ha abordado políticamente las consecuencias de su pasado esclavista y de la segregación racial.