El cartel ha desatado una oleada de críticas que banalizan y ridiculizan el mensaje, pero la imposición de un canon de belleza delgado, blanco y siempre joven es una realidad que marca a las mujeres y que se amplifica en verano
El cartel ha desatado una oleada de críticas que banalizan y ridiculizan el mensaje, pero la imposición de un canon de belleza delgado, blanco y siempre joven es una realidad que marca a las mujeres y que se amplifica en verano