“Me llamo Gabriela, soy colombiana, tengo cuarenta y muchos y mi nombre aparece en uno de los casos de corrupción de mayor actualidad en España. ¿Cómo? De la forma más tonta, por haber creído a mi maltratador. Voy”
El asesinato de Sarah Everard espolea en el Reino Unido el debate para poner el foco en los agresores en lugar de culpar a las víctimas
El nuevo tema de la artista aborda las violencias que ha vivido desde pequeña y las consecuencias del machismo sobre su cuerpo y su experiencia
Las expertas alertan de que la vergüenza y la culpa que recaen sobre las mujeres se agravan con la idea de haber transgredido una norma e impiden a muchas denunciar
La feminista Françoise Héritier, sucesora de Claude Levi-Strauss, falleció la semana pasada a los 84 años de edad. Esta intelectual francesa denunció la dominación masculina y el sometimiento de las mujeres en beneficio de los grupos.
El otro día, en twitter, un homínido justificaba las violaciones cargando la responsabilidad sobre la víctima, todo un clásico del patriarcado desde que los monos se bajaron de los árboles.
Opinar por opinar, o como decimos en valenciano parlar per parlar, es lo que se lleva. Si tuviésemos que utilizar otra expresión popular para definir esto lo concluiríamos con que «la ignorància és la mare de l’atreviment».
En su libro Vivas nos queremos. Manual de autodefensa feminista, la policía en excedencia y ahora concejala del Ayuntamiento de Palma desgrana los mecanismos de un sistema que desproteje a las mujeres y propone acciones para la autodefensa.
La monja togolesa Makamtine Lembo basa su investigación en el relato de nueve religiosas violadas por sacerdotes en países del África subsahariana. “Las monjas se sentían atrapadas y no podían escapar”, sostiene Lembo, que destaca entre las causas de la violencia el desequilibrio de poder entre monjas y sacerdotes.Las mujeres –mayoría en la Iglesia– quedan relegadas al servicio del sacerdote u obispo del lugar: “son criadas y, en casos extremos, esclavas sexuales”