Estamos en un período de emergencia y excepción. Es posible afrontar esta crisis con criterios de justicia, pero sobre la base de sociedades y economías radicalmente diferentes
Quiero reivindicar la honestidad, la lealtad, el diálogo, la escucha de verdad, la construcción colectiva y el amor político –amor por la vida y por la gente– como valores básicos para construir un movimiento fuerte y potente